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He de decir que en el mes de mayo de 2013 conocí la historia de la niña que vivió con los seres vivos más impresionantes de África. Poco después la inmortalicé en la sección de “Corazonadas” (actualmente denominada "Benefactores del Planeta") con un artículo sobre ella. Dicho artículo me costó 3 meses de preparación, porque la información real y veraz en internet, brillaba por su ausencia. Muchas horas de búsquedas, siguiendo el sentido común y despreciando infinidad de sitios web, vídeos y blogs que se inventaban la información para ser más sensacionalistas. Al final conseguí hacer un artículo mínimamente apropiado.

Recuerdo una noche, a las 3 de la madrugada, cuando acabé de realizar el artículo, quedarme parado ante el silencio de mi estudio, con la luz tenue y el brillo del monitor con la imagen de aquella niña durmiendo con un cachorro de león o subiéndose en la trompa de su elefante preferido. Llegué a tener la sensación de estar en África, notar los sonidos de aquel lugar espectacular, notar los olores, oír el sonido de las aves y los insectos, de conocer a Tippi y a sus amigos, seres vivos que llegaron a tratarla como una más de su manada, a las tribus de  “Bosquimanos” e “Himbas“, con las que confraternizó como una más. Llegué a  sentir envidia de su forma de conocer la Naturaleza desde tan temprana edad y su pasión por los animales. Lo que nunca me imaginé es que pocos meses después la iba a conocer en persona.

Hay un antes y un después de conocerla. Tippi es un mundo de sentimientos, una persona de habla pausada y reflexiva y con unos ojos que hablan de su pasado y de su presente. En su retina late el corazón de África. Con 22 años (en 2013) está en una etapa de transición de su vida. Tratando de poner su mente en orden y seguir sus estudios de cine en Francia. Son muchas cosas las que han pasado en su vida en muy poco tiempo y es lógico que necesite tiempo para reflexionar y seguir el camino que le  dicte su corazón.  

Hay que pararse a pensar en una persona que conoce el secreto de la comunicación entre animales y humanos. Lo mucho que podemos aprender de sus conocimientos  y experiencias. Y deberíamos seguir el ejemplo  de una persona que decide voluntariamente llevar el mensaje a la nueva generación de la importancia del sentir, de no olvidar la Naturaleza, de actuar juntos para lograr ese delicado equilibrio entre la supervivencia animal y la del ser humano.

Gracias Tippi Degré por existir y por habernos regalado una magnífica experiencia que te puedo asegurar que no olvidaremos nunca. Sólo espero tener vida suficiente para poder ir algún día a visitar esos lugares y poder ayudar en esos proyectos que mejoran la calidad de vida de nuestra casa, la Naturaleza.

Las frases que más me han impactado:

“Lo primero que recuerdo de África es un aroma y el roce de la piel de un animal”

De sus amigos bosquimanos habla en la Vanguardia con estas palabras:

"Gente adorable, muy abierta, curiosa, despierta, acogedora. El amor de ellos por la naturaleza es tal, que cuando acaban la caza, le piden perdón al animal y le agradecen haberlos alimentado"

“Creo que lo que falta hoy en día es la sensibilidad, la compasión, en todo el sentido de la palabra. Hay pocas personas que sepan realmente lo que significa esta palabra. La importancia del saber vivir con los demás, sufrir con los demás. Es la compresión, el compartir…”

"Somos africanos no porque nazcamos en África sino porque África nace en nosotros"